Causas ocultas de los brotes de acné

Todos sabemos que las hormonas juegan un papel importante en el acné, pero los hábitos y los elementos que usamos a diario también pueden desencadenar brotes. Desde fundas de almohada sucias hasta pantallas de teléfonos, pequeños cambios en tu rutina diaria pueden marcar una gran diferencia para mantener una piel limpia y saludable. Exploremos algunas de las causas ocultas más comunes de los brotes y qué puedes hacer para prevenirlos.

1. Caspa y pelo de mascotas

Tus mascotas son una fuente de consuelo, pero su pelaje y caspa pueden obstruir tus poros e irritar tu piel. Si tu mascota pasa tiempo en tu cama o te toca la cara, esto puede provocar brotes, especialmente si ya tienes piel sensible o propensa al acné.

Lave sus fundas de almohadas y ropa de cama con frecuencia y evite que sus mascotas toquen su cara directamente.

2. Fundas de almohada sucias

La funda de la almohada puede atrapar grasa, suciedad y bacterias de la piel y el cabello. Con el tiempo, estos pueden obstruir los poros y provocar brotes. Lavar la funda de la almohada con menos frecuencia permite que las bacterias se acumulen y se transfieran a la piel cada noche.

Lava la funda de tu almohada al menos una vez a la semana para evitar la acumulación de suciedad y grasa. Elige tejidos transpirables como la seda, que absorben menos grasa.

3. Pantallas de teléfono

Tu teléfono va contigo a todas partes y acumula bacterias en el camino. Cuando lo presionas contra tu rostro, transfieres esas bacterias directamente a tu piel, lo que puede provocar la obstrucción de los poros y la aparición de acné.

Limpie su teléfono periódicamente con toallitas con alcohol o cambie a opciones de manos libres para minimizar el contacto con la piel.

4. Estrés y falta de sueño

El estrés aumenta la producción de cortisol, una hormona que hace que las glándulas sebáceas de la piel produzcan más grasa. Este exceso de grasa obstruye los poros y provoca brotes de acné. De manera similar, la falta de sueño puede desequilibrar el organismo y debilitar las defensas naturales de la piel.

Practique técnicas de manejo del estrés, como la meditación o el ejercicio, y trate de dormir entre 7 y 9 horas cada noche.

5. Usar limpiadores sin humectantes

Si bien es esencial limpiar la piel, no hidratarla después puede provocar un desequilibrio. Cuando la piel se ve privada de sus aceites naturales sin reponer la humedad, puede producir un exceso de grasa para compensar, lo que obstruye los poros y provoca brotes.

Acompañe siempre su rutina de limpieza con una crema hidratante. Utilice el gel limpiador beMe para una limpieza profunda y luego la crema hidratante beMe para restaurar la hidratación y mantener el equilibrio de su piel.

6. Pinceles y esponjas de maquillaje

Las brochas y esponjas de maquillaje sin lavar pueden albergar bacterias, grasa y maquillaje viejo. Cuando aplicas productos con herramientas sucias, corres el riesgo de transferir esas impurezas a tu piel, lo que provoca la obstrucción de los poros y la irritación.

Lava tus pinceles y esponjas de maquillaje al menos una vez a la semana con un jabón suave para mantenerlos limpios y libres de bacterias.

Los brotes no son solo una cuestión de hormonas; pueden desencadenarse por hábitos cotidianos como usar fundas de almohada sucias o herramientas de maquillaje, o incluso no hidratar la piel después de la limpieza. Si hace pequeños ajustes (como limpiar el teléfono, lavar la funda de la almohada y usar productos para el cuidado de la piel que mantengan el equilibrio), puede reducir las probabilidades de que le aparezcan brotes y mantener la piel sana y limpia.

Rutina de cuidado de la piel definitiva